Cocina Gastronómica
Es una realidad, la hamburguesa ha evolucionado notablemente en los últimos años. Se apoderó de todos los rincones del planeta cuando grandes cadenas de comida rápida se dedicaron a alimentar a miles de millones de personas. Sin embargo, pasó a ser un producto tan querido como repudiado por su alto contenido graso. Ahora ha pasado a ocupar un papel muy importante en los negocios de restauración al convertirse en una moda gourmet muy demandada.
A la hora de explicar los orígenes de la hamburguesa existe cierta controversia. Su nacimiento tuvo lugar en el siglo XIX, aunque son varios los que se atribuyen el mérito de haber creado este curioso bocadillo.
Durante el siglo XX, el concepto de comida rápida o "fast food" ya formaba parte del día a día estadounidense y al pollo frito se le unió la hamburguesa. La primera cadena que la comercializó fue White Castle, aunque 20 años después llegarían los famosos McDonald's y Burger King.
La hamburguesa, tal y como la conocemos, se basa en un bocadillo con un filete de carne picada en su interior, así como rodajas de tomate y lechuga y algún condimento como kétchup, mostaza o mayonesa. La famosa hamburguesa con queso, la cheeseburger, dio la vuelta al mundo, aunque ahora su nombre prácticamente está en desuso al aparecer recetas mucho más perfeccionadas y creativas.
Aunque en un primer momento, la preparación de la hamburguesa puede parecer bastante sencilla, los restaurantes la han convertido en platos muy elaborados y bastante más complejos. Lo primero es escoger materia prima de calidad y después descubrir texturas y sabores que potencien el sabor de la carne.
Estas combinaciones delicatessen están a la orden del día e incluso cabe la posibilidad de que los propios clientes escojan los ingredientes por separado, creando una hamburguesa gourmet a su medida.
Tates es una de esas cadenas que se han adaptado a los nuevos tiempos, dando lugar a hamburguesas auténticas elaboradas con mucho mimo. Hablamos de panes artesanales, patatas caseras y de una carne suculenta hecha lentamente a la parrilla.
Sus locales cuentan con una decoración sencilla, aunque se trata de una hamburguesería renovada que bien puede calificarse como "gourmet". La carta es bastante amplia y no solo cuentan con una fusión sorprendente de hamburguesas: acompañamientos muy especiales como ensaladillas, quesadillas o fingers de queso, así como alternativas suculentas como costillares a la parrilla.
La concepción de Tates es americana, pero sus elaboraciones parten de los mejores productos españoles. Como es natural, sus hamburguesas son las verdaderas protagonistas y nos podemos encontrar con auténticas bombas culinarias.
Para que te hagas una idea aproximada, la llamada "Arkansas" está elaborada con carne de ternera gallega, así como cebolla frita, huevo frito y pan brioche. La "Zahara", por su parte, consiste en un solomillo de atún a la parrilla con cebolla pochada y salsa tártara en pan de mollete.
Lo cierto es que es mejor que eches un vistazo a su carta para que no pierdas detalle de todos los ingredientes empleados, desde láminas de foie hasta confitura de piña, pasando por salsa de arándanos o salsa de yogur y menta.